miércoles, 22 de octubre de 2014

Iconocidad.

Es sencillo hablar de simplificar una imagen relativamente realista a simples trazos infantiles. Degradar progresivamente una escena hasta convertirla en algo simbólico, en un icono. Sin embargo, ¿cuántos de nosotros seríamos (o hemos sido) realmente capaces de sintetizar una composición en 5 niveles de forma paulatina?

En la clase de hoy se nos proponía crear una escena que incluyese un paisaje, un animal y un objeto inanimado para trabajar con ella. El ejercicio consistía en, a partir de esa creación, realizar cinco niveles de iconocidad donde el primero sería el más realista, el punto de partida desde el cual, eliminando sombras y detalles, debíamos alcanzar la sencillez en la composición pasando por tres niveles intermedios.


Estos son los resultados de nuestro ejercicio, donde hemos querido crear una sabana como paisaje, integrando en ella la hiena y el árbol como objeto inanimado.




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